miércoles, 1 de agosto de 2012

¿Y qué hacemos con los bancos?

Los bancos, todos sabemos que ellos son quienes han provocado la crisis, y los que, con ayuda de políticos, la siguen manteniendo y empeorando. ¿Y todo porqué? Pues porque los cimientos de la economía actual se han cambiado por algo tan irreal como es el Sistema Financiero, es decir, los bancos, el movimiento de dinero y la maximización de los beneficios.

Pero lo que ocurre que esta maximización de los beneficios no se produce por una producción de bienes y servicios, sino por una especulación pura y dura. Por ejemplo los aberrantes Derivados Financieros, que permitieron en la época de bonanza económica poder comprar y vender derechos de cobro de las hipotecas de los individuos entre los bancos. Y es que el Sistema Financiero ha pasado de ser un dinamizador de la economía que proporciona liquidez donde se necesita a convertirse en un casino, donde los jugadores (bancos) apuestan dinero que no les pertenece para conseguir jugosos beneficios que sí les pertenecen.

Un amigo mío trabaja en banca, a nivel de grandes inversiones de grandes cuentas, y me comentó una vez que la banca, sobre todo en el nivel al que está el, proporciona mucho dinero, pero que mucho mucho, y por ello atrae a gente muy ambiciosa, con gusto por el dinero rápido y poca ética, que tan sólo maneja números y beneficios, sin tener en cuenta que esos beneficios pueden hacer pasar hambre a familias o hundir un país, ya que para ellos simplemente son gráficas, valores y estadísticas, y si para ello tienen que especular para incrementar el precio del trigo con el que se alimentan millones de familias, pues lo harán, porque es su trabajo, y porque el Jaguar no se paga solo.

Concretamente en España podemos comprobar la jugada de la banca española en la crisis inmobiliaria con la estrategia que han seguido, los bancos y cajas españoles han invertido indecentes cantidades de dinero en ladrillo, y han prestado dinero que no es suyo a mansalva, y cuando ha reventado la burbuja inmobiliaria, en lugar de vender estos activos inmobiliarios a su valor de mercado para minimizar las pérdidas, los han retenido para no bajar los precios a su valor real. ¿Qué ha pasado? Pues que los bancos se quedaron sin dinero, pero tenían ladrillo a cascoporro, y los precios de las viviendas sin bajar todo lo que deberían de bajar. Pero como los que manejan el dinero público, es decir, los políticos, son amigos suyos, pues han conseguido una forma de recibir dinero gratis y además quedarse con el ladrillo. Es más, en un acto de suprema aberración, quieren que se cree un banco malo con todos estos activos tóxicos (como los llaman, que para nosotros son casas en las que pueden vivir nuestros hijos), y que nosotros los ciudadanos paguemos con dinero público el valor que ellos acuerden con sus amigos los políticos.

Uno de los ejemplos de que el sistema financiero ya no sirve de dinamizante de la economía es dónde realizan inversiones ahora los bancos, dónde especulan ahora, y es en el mercado de deuda pública. Y es que para alguien que quiere maximizar beneficios es más jugoso recibir tropecientos millones de euros del Banco Central Europeo al 1% y comprar deuda española al 6% que buscarse la vida dando miles de créditos a empresas y particulares al 4% para que puedan llevar a cabo sus proyectos, dinamizar la economía y levantar el país. Y es que el pago de esa deuda española está garantizado por sus amigos los políticos, que apretarán a los ciudadanos lo que haga falta con tal de que los bancos tengan sus beneficios de forma puntual.

Y seguimos con el día en el que los políticos empezaron a jugar a ser banqueros, es decir, cuando tomaron el control de las Cajas de Ahorros, al servicio del ciudadano, y mediante inyecciones de dinero público (¡¡23.000 millones de euros en el caso de Bankia!!), convertir estas entidades sin ánimo de lucro en bancos, es decir, eliminar unas entidades que deberían de servir al ciudadano (pero no es así desde que los políticos tomaron el control), para convertirlas en empresas dirigidas por políticos ambiciosos y por supuesto incompetentes. ¿Es o no es una estafa hacia los ciudadanos? Los políticos cogen las Cajas de Ahorros, propiedad pública, inyectan dinero público, para convertirlas en propiedad privada, ¿y qué obtenemos los ciudadanos a cambio? La más absoluta y miserable nada.

Y después, como la cosa ha ido mal, porque los políticos son gestores pésimos, se ‘nacionaliza’ ese banco, se inyecta dinero de todos para que engorde, y cuando esté bien saneado, se privatiza otra vez para que los políticos sigan jugando a ser banqueros.

Y mientras los ciudadanos nos hundimos en la más profunda de las miserias.

Entonces… ¿Los prendemos fuego?

Noooo hombreeee, quemarlos no, pero casi.

El sistema financiero debe volver a su función básica, que es guardar el dinero, y moverlo a donde se necesite, y no salirse de ahí, a no ser por consentimiento expreso del que deja sus ahorros en un banco. Y por supuesto, políticos fuera (vamos, los políticos deberían de estar fuera hasta de este plano de existencia).

¿Y cómo conseguir esto? Muy fácil, hay que restringir el ámbito de actuación de los bancos:

  • El banco no podrá usar el dinero que un ahorrador deposite para invertir o especular sin su consentimiento expreso, es decir, será dinero inmovilizado. Eso sí, el ahorrador deberá pagar una cuota al banco por el servicio de ‘guardar su dinero’, así como por otros servicios que le proporcione, como tarjeta de crédito. El ahorrador no recibirá ningún tipo de interés por su dinero.
  • El banco podrá ofrecer al ahorrador productos de inversión para sacar rentabilidad a sus ahorros, pero proporcionándole al ahorrador/inversor detalles sobre dónde va su dinero, y por supuesto, teniendo el conocimiento de que igual que puede ganar dinero, puede perderlo.
  • Creación de un Organismo Público de Crédito que realmente funcione, no el ICO actual, que se dedica a invertir en empresas del IBEX-35 en lugar de financiar a familias y PYMES. Es necesario un organismo público que pueda dar préstamos a la inversión y al consumo, que es donde se necesita, no lo que es ahora, que presta dinero a grandes compañías y amiguetes que no tienen las necesidades que tenemos los pobres y sufridos ciudadanos.
  • Se prohibirá expresamente que un político se haga banquero y al revés.
  • Restauración del sistema de Cajas de Ahorros, como extensión del Organismo Público de Crédito.

Pero para esto hay que hacer algo quizá un poco duro, dejar que los bancos se hundan, y habrá gente que no recupere todo su dinero, pero por orden de prioridades serán los que hayan contratado los productos más arriesgados, es decir, los que ofrecen mayor tipo de interés y mayor riesgo. Quedando primeramente respaldados en el concurso de acreedores los propietarios de cuentas corrientes, depósitos y planes de pensiones de baja rentabilidad. Todos los responsables de las gestiones erróneas serán procesados y juzgados, siendo expropiados todos los bienes adquiridos durante su ineficaz gestión, así como las diferentes cuentas que tengan, aunque esté todo a nombre de su tía la del pueblo, vamos, que se irán a la cárcel con una mano delante y otra detrás, y sus familias en la miseria, y con una deuda de por vida por el importe de lo estafado. Ellos bien que lo hacen con las hipotecas, ¿no? Pues que prueben de su propia medicina.

Sí, habrá gente que perderá dinero, quizá mucho dinero, pero podremos partir desde cero con un sistema financiero al servicio del ciudadano, y que retome su función básica que nunca debió dejar de lado, y algo parecido hicieron en Finlandia, fue duro pero se hizo justicia (quizá no toda la que debería haberse hecho), y es que debemos de dejar de mirarnos el ombligo, ser tan egoístas y darnos cuenta que de lo que hagamos ahora, las decisiones que tomemos, y de nuestras acciones dependerá el futuro de nuestros hijos, que tal cómo se están desarrollando las cosas ahora, serán la primera generación que viva peor que sus padres.

Y será nuestra culpa si no hacemos nada por evitarlo.

Un saludo y gracias por vuestro tiempo.