jueves, 26 de abril de 2012

No les necesitamos. El ejemplo de Torrelodones, un gobierno sin políticos. ¿Resultado? Superávit.

En Torrelodones los vecinos han tomado el mando del municipio, prescindiendo de los políticos, ¿el resultado? 5,4 millones de euros de superávit. Esto es una muestra empírica de que no necesitamos a la clase política, y todo el dinero que nos cuesta, cómo nos intentan convencer de que no podemos autogestionarnos, y cómo son ellos quienes tiran nuestro dinero, porque ‘el dinero público no es de nadie’, y a ellos les sale gratis.

¿Y cómo empezó todo esto? Pues en un principio fue un grupo de vecinos que querían frenar la corrupción de los políticos en la época del ladrillo y la especulación inmobiliaria, y se juntaron para poner freno a los abusos de los políticos, de forma altruista y sin dejar sus trabajos, ya que su intención nunca ha sido ‘vivir de ello’. De esta forma, un grupo de vecinos formó un partido político para luchar contra los políticos profesionales con sus propias armas. Y ganaron.

De todos los concejales que forman gobierno en la alcaldía, tan sólo dos y la alcaldesa tienen dedicación exclusiva, con un sueldo bruto anual de unos 40-50.000 €, el resto de concejales cobran 23.500 euros en dedicación parcial, apareciendo estos datos en la web del ayuntamiento. Aunque 50.000 € me sigue pareciendo demasiado para una ocupación que debería ser prácticamente voluntaria, o con un sueldo simbólico, por lo menos la alcaldesa se bajó el sueldo un 20%… algo es algo, pero considero que el sueldo de alcalde y concejales debería ser unos 10-15.000 €, y que lo compatibilicen con sus trabajos, de esta forma nos aseguraríamos de que nadie se metería en política para vivir de ello.

Una buena iniciativa que ha tenido esta iniciativa ciudadana, llamada Vecinos por Torrelodones, es que se ha prescindido absolutamente del ‘personal de confianza’, es decir, La Corte, toda el circo de palmeros y amiguetes que suelen acompañar a los políticos, y que, sin saber hacer la ‘O’ con un canuto, nos gobiernan, haciéndonos creer que los ciudadanos estamos a SU servicio, en logar de estar ellos a NUESTRO servicio. De esta forma se ha garantizado que estén en el órgano de gobierno personas capaces, con aptitudes para resolver problemas y evitando toda contaminación política, porque la política se basa en ‘intrigas palaciegas’, en un maquiavélico juego de estrategia por conseguir los apoyos y los contactos de más peso para conseguir llegar al poder, donde no llega más alto el más preparado, sino el que consigue, de la forma que sea, tan sólo importa hacerse con el poder. Estas intrigas son casi invisibles para los ciudadanos, recuerdo hace años, en la ciudad en la que vivía, un amigo mío estaba metido en un partido político, uno de los mayoritarios, y me contaba cómo para la alcaldía había en el mismo partido dos facciones, con dos ‘aspirantes’, y cómo cuando uno consiguió convertirse en la cabeza, realizó una labor inquisitorial para eliminar a todos los partidarios de su rival, mediante traiciones, mentiras y ‘compras’. ¿Y qué candidato era el más válido? Probablemente ninguno de los dos. Esto es política.

El teniente alcalde de este municipio, en una entrevista para un periódico, dijo una frase que ojalá la aplicasen los miles de asesores de la economía del país: "Si hay dinero, arreglamos el baño primero, que es lo prioritario, en lugar de comprarnos una tele de plasma en el comercio más caro, que es lo que se había estado haciendo hasta ahora". Y teniendo en cuenta esta premisa básica, han conseguido tener superávit, y no con ‘recortes’ ni con austeridad, sino con sentido común. Por ejemplo:

  • Se ha eliminado el coche del alcalde (36.000 € anuales), su chófer y escolta, que eran policías, han sido devueltos a sus tareas de policía.
  • Se ha eliminado el responsable de prensa, que cobraba 40.000 euros anuales.
  • Se ha eliminado la furgoneta policial (21.600 € anuales), que no se usaba, y la grúa.
  • Se han renegociado contratos, consiguiendo un importante ahorro.
  • Se han eliminado los gastos de comidas y aperitivos, que se llevaban 25.000 € (los del gobierno saliente debían estar gordos como toneles).

Y muchas cosas más que han mejorado en el municipio, simplemente, sabiendo administrar bien el dinero, como casi cualquier persona administraría su propio dinero, con sentido común, que parece ser que entre los políticos es el menos común de los sentidos.

Pues si en todos los municipios de España los vecinos tomásemos las riendas de las decisiones de nuestra localidad, por la regla de tres, si 22.354 vecinos han conseguido un superávit de 5,4 millones de euros, los 46 millones de españoles conseguiríamos la friolera de 11.132 millones de euros de superávit. Y creo que me estoy quedando corto, porque en los grandes municipios con toda seguridad se pueda rascar aún más, ¿quién no ha visto glorietas y plazas con espantosas esculturas de un amiguete del alcalde? (Que además están pagadas a precio de oro). ¿Quién no ha visto cómo los concejales cuando llegan al poder dejan su piso de 70 metros cuadrados para comprarse un chalet de 300 (con piscina, of course)? ¿Quién no ha visto los políticos venden a sus ciudadanos por conseguir los apoyos que necesitan? ¿Quién no ha visto que los políticos toman decisiones pensando en su enriquecimiento personal  el de los suyos, en lugar de en el bien de los ciudadanos? ¿Quién no ha visto cómo los políticos regalan a manos llenas el dinero que tanto nos cuesta ganar?

Y es que, en el ejemplo de Torrelodones, podemos ver cómo cambiar el sistema desde la base, desde lo más cercano, con total transparencia, y evitando los políticos profesionales (sigo sin estar de acuerdo con que un político cobre mas de 15.000 euros y sólo viva de su sueldo de político). Además, en ámbito local, puede comenzar a implementarse la participación ciudadana en las decisiones municipales con el DNIe, la tecnología está ahí, sólo es necesario darle un uso.

Un saludo y gracias por vuestro tiempo.

viernes, 20 de abril de 2012

Pero… ¿Cómo podemos comenzar una Revolución?

De lo poco bueno que se puede sacar de la situación actual es que los ciudadanos por fin estamos abriendo los ojos. Y vemos que el panorama está muy pero que muy jodido, la antigua clase media se está convirtiendo en la actual clase baja, y la clase baja en directamente pobres, mientras que la clase alta son los nuevos marqueses, intocables y herméticos, cada vez más distanciados del resto de ciudadanos, ya que no sufren los problemas de éstos.

 

Muchos pensamos en una revolución, otros en manifestaciones, otros en huelgas, pero seamos sinceros, los ciudadanos aún no estamos preparados para unirnos y cambiar esto, ¿porqué? pues porque la gran mayoría de los ciudadanos españoles están muy bien adoctrinados, creen en el sistema, y no se dan cuenta de que el clasificarse de derechas o de izquierdas es una forma de encarrilarlos y dirigirlos.

 

Una mentira mil veces repetida… se transforma en verdad

 

Un ejemplo, ayer estuve discutiendo con mi suegro sobre las nuevas medidas del copago en los medicamentos, partimos de la base que mi suegro se autoclasifica de derechas, aquí ya hay que tener en cuenta que siempre se buscará una justificación a lo que haga ‘su partido’, que si se autoclasificase de izquierdas ocurriría lo mismo.

 

Este es un ejemplo de cómo, aunque los ciudadanos se den cuenta de que los políticos nos roban y nos tratan como meros recursos, defienden lo que hace ‘su partido’ con los mismos argumentos que les dictan.

 

Él comentaba que veía bien la medida porque muchos jubilados malgastan los medicamentos, y que hay veces que, aparte de pedir medicamentos para ellos lo piden para sus hijos y familiares, y así les sale gratis. Vale, podría ser un argumento válido, para evitar el fraude en la sanidad se eleva el coste de los medicamentos, ¿no?

 

Pero… Una vez más los árboles no le dejan ver el bosque. Porque una de las tareas de los políticos es esa, deformar la realidad para que los ciudadanos se pierdan en los detalles, generar confusión y que no seamos capaces de tener una visión general del problema.

 

Después de escucharle, le pregunté que qué porcentaje de todo el gasto sanitario en medicamentos podría suponer esos pequeños fraudes, él se dio cuenta de que probablemente fuese irrisorio, y a continuación le dije que en los Presupuestos Generales del Estado existe una partida llamada “Imprevistos y funciones no clasificadas” dentro de ‘Gastos de Diversos Ministerios’ que se lleva 2.064 millones de euros, que el Ministerio de la Presidencia nos cuesta 3.064 millones de euros anuales. Claro, dicho esto se le encendió la cara y dijo que había que ‘rajarles las tripas a todos los políticos’.

 

Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda de la Alemania Nacional Socialista (vamos, los nazis de toda la vida) decía que ‘una mentira mil veces repetida… se transforma en verdad’, que se ha convertido en el axioma de nuestros políticos.

 

Y diariamente vemos ejemplos de estas mentiras que repiten hasta la saciedad para que se transformen en verdades inamovibles:

 

  • Si no existiese la clase política, viviríamos en una anarquía absoluta, matándonos los unos a los otros.
  • El coste que ellos generan es nimio comparado con el coste general del Estado.
  • El haber entrado en la zona euro ha sido lo mejor que ha podido pasar a los españoles.
  • No se puede dejar quebrar un banco, ya que perderían todo su dinero los ciudadanos que lo tienen allí depositado.
  • La crisis ha sido culpa de nuestra mala cabeza, y de nuestro ansia consumista.
  • Las privatizaciones son buenas, porque así las empresas privatizadas son más competitivas y abaratan los precios.
  • La sanidad y la educación es gratis, y nos la regalan ellos.
  • Si un ciudadano no paga los impuestos, es un delincuente.
  • Si un ciudadano no cumple sus leyes, es un delincuente.

 

¿No os dais cuenta de que todo son mentiras podridas? Y es que están tan implementadas en nuestra cabeza que si ahora mismo entramos en un bar y vemos a un tío fumando nos parecería poco menos que una aberración. O algo tan absurdo como ver a alguien hablando por el móvil en una gasolinera. Son normas que nos han impuesto, y nosotros las cumplimos, y salirnos del camino por donde nos llevan, que cada vez es más estrecho para nosotros, y más ancho para ellos, nos parece una completa transgresión hacia la sociedad.

 

Por ello, cuando dos personas se ponen a discutir sobre, por ejemplo, el despido libre, o el copago sanitario, o sobre la edad de jubilación a los 67 años (a que se os habíais olvidado esto, ¿eh?) normalmente no se llega a ningún tipo de acuerdo, ya que nos enredamos en los detalles y al final no conseguimos ver claramente el problema, que está más allá de todo eso, porque el problema es que los políticos ya no sirven a los ciudadanos, sino que sirven a la economía, es decir, a los bancos.

 

Ya, eso ya lo sabíamos, pero… ¿cómo comenzamos La Revolución?

 

Muy fácil. Información. Información pura y dura.

 

El 15M salieron miles de personas a la calle, porque estaban hartos, los medios de comunicación los llamaron el ridículo apelativo de ‘indignados’. Pero nadie sabía a ciencia exacta qué querían, se sabía que estaban cabreados con el sistema, que querían una democracia de verdad, y los partidos políticos y sindicatos verticales (extensiones de los partidos políticos) aprovecharon para arrimar el ascua a su sardina, pero no hubo ni uno sólo que no se diera por aludido, ¡ni uno!. Y al final, como lo único que se sabía era que eran indignados y perroflautas, gracias a la sesgada información de los medios de comunicación, la ‘Spanish Revolution’ fracasó y se sumergió en el olvido.

 

Por ello es necesario preparar el terreno.

 

¿Y cómo podemos preparar el terreno? Pues abriendo los ojos al resto de ciudadanos, divulgando nuestros puntos de vista, haciéndoles ver que no existe la derecha ni la izquierda, sino que son ellos, los políticos que bailan al son del dinero, y nosotros, los trabajadores que les alimentamos.

 

Pero no sólo eso, no sólo hacerles ver que las cosas están mal por su culpa, sino darles datos, desmontar sus argumentos aprendidos, y, sobre todo, hacerles ver que los ciudadanos no necesitamos a los políticos, necesitamos gestores, personas competentes que administren nuestro dinero y bienes comunes, como un administrador de fincas pero a lo bestia, y si lo hace mal, pues se despide a quien lo haya hecho mal y se coge a otro mejor, pero nada de partidos políticos, necesitamos personas, y personas preparadas, no un don nadie que le han puesto ahí porque es un trepa amigo y palmero de un político influyente.

 

Y es que no necesitamos a los partidos políticos, ya no les necesitamos, y si conseguimos crear el Cuarto Poder Ciudadano, cada persona tendrá voz y voto para absolutamente todos los asuntos de su entorno, gracias a la tecnología y al DNIe. (este tema lo tengo que desarrollar en un post más adelante…)

 

Pero necesitamos que los ciudadanos conozcan qué queremos, necesitamos despertarles, eliminar el lavado de cerebro al que han sido sometidos durante años, para que se den cuenta de que el sistema no es justo, y que todos, absolutamente todos los ciudadanos de a pie, estamos en el mismo bando, ya que ellos no legislan a nuestro favor, sino a favor del dinero, y de quien lo tenga.

 

Y es que si un buen día nos da por salir a exigir que se nos devuelva el poder que en su día dimos a los políticos confiando en su buen criterio, el resto de la ciudadanía, los medios de comunicación y los propios políticos deben tener muy claro porqué estamos allí, y qué es lo que queremos.

 

Un ejemplo, la que lió Cristo simplemente con el boca a boca y un libro. Nosotros podemos hacer lo mismo, y por el bien de nuestros hijos, debemos hacer lo posible por cambiar esto.

 

Porque la información es poder. Y en estos momentos es lo único que podemos hacer es abrir los ojos a la gente que comparte nuestro entorno, que se quiten el velo de los ojos y que consigan ver el verdadero problema. Y lo más importante, que consigan ver que podemos solucionarlo.

 

Una vez que todo el mundo lo sepa, el resto saldrá solo.

 

Muchas gracias por vuestro tiempo.

viernes, 13 de abril de 2012

El cáncer de la Deuda Pública. Y de cómo nos gobiernan los bancos.


Al principio de la crisis parecía lógico que los bancos cortasen el grifo de créditos, ya que habían hecho muchas inversiones arriesgadas y tenían que recuperarse. Más tarde, dentro de lo que cabe, también parecía lógico, ya que tenían que ‘recapitalizar’ para ser competentes, es decir, coger dinero.

Pero vamos a ver, hemos pasado unos cuantos años desde el comienzo de la crisis, y vamos de mal en peor, y básicamente la culpa es que los bancos siguen sin dar créditos, ya que sin créditos no se crean nuevas empresas y no se mantienen las que hay, a no ser que sean muy solventes.

Hasta aquí todo parece muy claro, pero los bancos se supone que no dan créditos porque ellos también están en crisis, y necesitan ese dinero para ellos mismos, ¿no? Nada más alejado de la realidad.

El negocio de los bancos en mover el dinero, especular con él para generar beneficios, básicamente todo se reduce a prestarlo y cobrar un interés por ello, pero si los bancos no conceden créditos, entonces no tienen negocio, y si no tienen negocio, no generan beneficios, y si no generan beneficios, quiebran, ¿no?

Pues aún no hemos visto a ningún banco quebrar, podremos llegar a pensar que es gracias a nuestro dinero, que nuestros políticos les han regalado a manos llenas, pero esto no es para nada cierto. Pero entonces, ¿de qué viven los bancos ahora? Porque, que nosotros sepamos, siguen dando beneficios, los 2 millones de euros anuales que cobrar algunos de sus peces gordos no se pagan sin que los bancos saquen algún tipo de beneficio.

Entonces vamos a analizar dónde se movía el dinero antes y dónde se está moviendo ahora. Porque seguro que ahí están los bancos, y seguro que ya sabéis a qué me refiero, pero vamos a darle un poco más de emoción.

Antes de esta crisis el juego preferido de los bancos y grandes fortunas era La Bolsa, un juego diseñado por ellos, donde, en principio se compraban participaciones en capital de empresas, y las empresas, como contraprestación a la inversión, anualmente las empresas repartían una parte de los beneficios a los que habían comprado participaciones. Esto se llama dividendos.

Pero el invertir y esperar dividendos era una forma muy lenta para hacer dinero, por lo que comenzaron a ‘cambiar cromos’. Se inventaron un juego basándose en las reglas de oro del mercado, La Ley de la Oferta y la Demanda, si se demanda mucho un bien, crece el valor de éste.

Y así, si se demandaban mucho las acciones de la empresa ‘X’, crecía el precio de éstas, y se suponía que la empresa ‘X’ iba bien. Pero que la empresa ‘X’ fuese bien podía ser mentira. Y por eso pasó el Crash del 29.

En la época de bonanza anterior a la crisis los bancos descubrieron que no sólo podían especular con las empresas, sino que podían hacerlo con las personas, financiando sus proyectos y que éstas pagasen con su trabajo.

Y como los intereses de los préstamos e hipotecas proporcionaban beneficios a largo plazo, crearon también un mercado, como el de las acciones, para estos préstamos, llamado ‘Derivados’, de esta forma se vendían y compraban derechos de cobro sobre los individuos.

Hasta que todo petó.

Y todos pensamos que los bancos ahora están juntando dinerito porque todo está muy negro y todo está muy mal para andar dejando dinero a la gente.

Pues no es así.

Han descubierto otro juego, mejor aún, más rentable y con menos riesgo.

El verdadero negocio

Los bancos han descubierto un nuevo mercado mucho más jugoso y seguro que La Bolsa y que los créditos a personas: la deuda pública.

Si un país, como por ejemplo, España, está en este mismo momento (a día 13/04/2012) ofreciendo Obligaciones del Estado a 10 años a un tipo de interés del 5,36%, para un banco, ¿qué creéis que va a ser más interesante? ¿tener que buscarse la vida para hacer un montón de hipotecas para colocar millones de euros a un tipo de interés de 4% a 40 años o colocar millones de euros de una tacada en Obligaciones del Estado al 5,36% y de seguro cobro?

Pues si yo soy un banco lo tendría muy claro, en lugar de invertir en empresas que produzcan algo, o personas que consuman algo, prefiero invertir en gobiernos, que además me van a ‘regalar’ el dinero por otro lado.

Lo curioso es que la Deuda Pública se paga con el trabajo futuro de los ciudadanos, por lo que es un cáncer que se va arrastrando año tras año. Y mientras este cáncer no se extirpe, los ciudadanos vamos a ir acarreando sobre nuestras sufridas espaldas una carga más y más pesada.

Para que os hagáis una idea, en estos momentos, el volumen total de deuda pública para España es de más de 900.000 millones de euros. Es casi el 80% del Producto Interior Bruto, es decir, para pagar la deuda que nuestros políticos han malgastado deberíamos de trabajar todos los españoles casi un año entero para los especuladores, es decir, para los bancos. Y ese año a vivir de rebuscar en la basura.

Esa deuda es tan monstruosa que actualmente el 16% de lo recaudado va destinado a pagar los intereses. Y lo malo es que nuestros políticos parece ser que no se dan cuenta de una regla muy simple, que es: para bajar el volumen de una deuda no hay que endeudarse más. Es como jugar a las tragaperras con dinero que no es tuyo.

Todos los días vemos en los medios de comunicación que si ‘los mercados'’ no confían en España, que si sube la prima de riesgo, que si intervención por aquí, que si bancarrota por allá. Pero, ¿quiénes son ‘los mercados’? Los mercados son los especuladores. Y ¿quienes son los especuladores? Los bancos.

Y por supuesto a los bancos no les interesa que un país se declare en bancarrota, ya que arrastraría detrás el total del sistema bancario, porque ese país dejaría de pagar a sus acreedores, los bancos, y estos perderían las monstruosas cantidades de dinero ‘invertido’ en ese país.

Y por eso, cuando un país corre peligro de sufrir una bancarrota, se echan todos encima para ayudar a que no caiga, pero no por filantropismo, sino por interés propio.

La increíble historia de los infames Don Polítiquez y Don Usúrez

Por ejemplo, imaginaros que existe una persona, Don Polítiquez de la Jeta, con mujer y 4 hijos, que es un poco manirroto, vamos, que se lo gasta todo en cañas, sin invertir una mi#%da en su futuro, este tío cobra 1.000 euros mensuales, y pide prestados 800 euros a Don Usúrez, a un tipo de interés del 20% mensual. Con una promesa de pago en un año.

Cada mes tiene que pagar 160 euros a Don Usúrez, quedando el resto para sus gastos y demás, pero sin amortizar ni un euro de la deuda. Es más, cada mes pide a Don Usúrez que si 10 eurillos por aquí, que si 5 eurillos por acá, aumentando poco a poco la deuda.

Además, de vez en cuando pide, por ejemplo, 200 euros prestados al 22% de interés, con promesa de devolución a un año, los cuales devuelve inmediatamente a Don Usúrez, diciendo ‘descuéntame esto de los 800 que te debo’. Esto es ‘refinanciación de la deuda’.

Pero llega un día que Don Polítiquez de la Jeta, por su mala cabeza, incompetencia, y por la nueva ley laboral, le rebajan el sueldo de 1.000 euros a 500 euros, y, ostras, si paga la deuda que tiene con Don Usúrez el pobre desgraciado y su familia se quedan sin comer.

Entonces Don Usúrez se ve en la situación de que le ha prestado más de 800 euros, y cuando llegue el momento del pago igual Don Polítiquez no le puede pagar. Y a lo mejor pierde todo tu dinero.

¿Qué puede hacer Don Usúrez?

Pues le dice que no se preocupe, que le hace otro préstamo por lo que debe, más los intereses, a un interés más bajo, por ejemplo, al 10%, pero con condiciones. Sus 4 hijos deben dejar de ir al colegio para ponerse a trabajar repartiendo propaganda, además si enferman debe intentar no gastar medicinas en la medida de lo posible y que sigan trabajando, aún con fiebre, ya que si no trabajan, no producen, y si no producen, no pagan la deuda de su padre. Y que en lugar de darles de comer lentejas, carne y una dieta mediterránea a partir de ahora comerán arroz con atún del Mercadona, que es más barato.

Pero además, Don Usúrez le dice que él no se preocupe, que sus hijos pasarán penurias, pero como quiere llevarse bien con Don Polítiquez de la Jeta, puede seguir llevando la vida que lleva, controlándose con no derrochar, pero pudiendo conducir su BMW y vestir trajes Armani.

Ahora estarás pensando, ‘osti, hay que ser hijo de una hiena para ser tan hijo##ta’

Pues los bancos lo son.

Y además, tomando el ejemplo anterior, son capaces de pedir a Don Polítiquez 200 euros gratis para ‘invertirlo’ en otro manirroto, sabiendo que los 4 hijos de Don Polítiquez no comerán en dos días si les quita esos 200 euros. Pero Don Polítiquez se los dará, 200 euros a fondo perdido, y vamos, lo que haga falta, que para eso trabajan sus hijos por él.

Viendo todo esto, a Don Polítiquez habría que quitarle la custodia de sus 4 hijos y meterlo en la cárcel.

Y a Don Usúrez procesarlo por crímenes contra la humanidad como mínimo.

Conclusión

Muchas veces oímos por la televisión o leemos en la prensa ‘los mercados tal’ o ‘los mercados cual’, ya sabemos a quién se están refiriendo, los mercados con los especuladores, y los especuladores son los bancos, cuyo interés no es invertir en un país, o en una empresa, sino hacer dinero, no hacer que ese país mejore con esa ‘inversión’, sino que su dinero se vea multiplicado.

Lo vemos todos los días, que mientras por un lado desahucian familias, condenándolas a una deuda de por vida y a vivir en la calle o mendigando a familiares, se jactan en anuncios de sus ‘obras sociales’ y ‘becas de estudio’, lo cual simplemente hacen porque les desgrava.

Y si ven que ese país puede quebrar, y ellos pueden perder dinero, harán lo posible por que esto no ocurra, aunque sea esclavizando a sus ciudadanos, aunque sea matando de hambre a sus ciudadanos. Estrujarán a los ciudadanos lo que sea necesario, porque el objetivo y el único fin del negocio de los bancos es el dinero en sí. Acumular dinero, generar dinero y amasar dinero.

Y ahora, ¿qué nos espera?

Pues si seguimos todos consintiendo, si no nos rebelamos y ponemos esto en orden, la deuda que nuestros políticos generan irá en aumento, y los ciudadanos estaremos constantemente intervenidos, bajo las órdenes de los bancos, que serán los verdaderos dueños del país.

Porque, por mucho que nos pese, en este mismo momento ya estamos intervenidos, porque los políticos desde hace mucho tiempo ya no hacen leyes para que los ciudadanos vivan mejor, sino para que a los especuladores no les falte su dinero.

O sea, nos espera un futuro muy negro si no reaccionamos, y por supuesto, el ‘estado de bienestar’ tenderá a desaparecer, ya que los bancos tienen intereses en que esto ocurra, ya que los bancos poseen como una parte de su negocio las compañías aseguradoras, y es que ya han comenzado a aparecer productos como ‘Seguro de Desempleo’, como complemento a los ‘Seguros de Salud’ y ‘Planes de Pensiones’. Qué curioso, justo eso es lo que llamamos el ‘Estado de Bienestar’, pero que en lugar de darlo el Estado, lo proporcionarían los bancos, tras previo paso por caja, claro, y probablemente con muchas más trabas cuando tengamos que hacer uso de él.

Por ello, debemos acabar con el cáncer de la Deuda Pública, porque es la forma en la que los bancos están comenzando a gobernar los países, pero no acabaremos con este cáncer hasta que los ciudadanos no tomemos las riendas de nuestro destino, porque los políticos no están de nuestro lado, están del lado de los especuladores, es decir, de los bancos.

Muchas gracias por vuestro tiempo.

martes, 3 de abril de 2012

El engaño de las eléctricas

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Hace pocos días vi en un periódico digital la noticia que van a subir otra vez la electricidad. ¿El culpable? Algo llamado ‘déficit tarifario’. Si alguien ha oído hablar de ello, según la explicación que se da de ello en los medios de comunicación, es porque pagamos menos de lo que la electricidad cuesta, bastante claro, ¿no? Mentira cochina.

Tras dar muchas vueltas intentando comprenderlo, ya que no entendía que las empresas eléctricas sacasen los ingentes beneficios que tienen vendiendo bajo coste, por fin he conseguido descubrir el enredo (creo). Os comento.

Todo viene determinado por el coste de la electricidad, por ejemplo, si alguien fabrica calderos, y cada caldero le cuesta hacerlo 4 €, si lo vende a 3 € está perdiendo dinero, así que tendría que venderlo a 5 € para ganar dinero ¿no? Esa es la base del engaño.

El déficit tarifario viene por la regulación de los precios por parte del Gobierno, teniendo en cuenta los costes calculados por éste de su producción y distribución, pongamos que el Gobierno calcula que la unidad de electricidad cuesta 50 € a las eléctricas puesta en casa del ciudadano. Este coste es el llamado ‘coste esperado’.

Pero las compañías eléctricas proporcionan otro dato al Gobierno, que se llama el ‘coste deseado’, que es un dato calculado por las propias empresas eléctricas, que representa el coste que las eléctricas quisieran que costase la electricidad. Y es un coste calculado, por lo que puede ser lógico, ¿no?

Pongamos que las eléctricas calculan que el coste deseado de la unidad de electricidad para ellos es 100 € puesta en casa del ciudadano. Todo ello recoge los costes de producción y distribución.
Con este planteamiento, si nosotros pagamos 70 € por la unidad de electricidad, aún faltan 30 € para llegar al coste de la electricidad que las eléctricas calculan, ¿no? Pues vaya negocio el de las eléctricas, trabajar para perder dinero, deberían de tributar como ONGs de lo buenas y filantrópicas que son esas empresas.

Además este déficit se va acumulando año tras año, por lo que esa deuda diferencial va generando intereses.

Vamos, que los pobres tiene poner de sus bolsillos todos los años millones de euros para que tengamos una electricidad barata.

Nada más lejos de la realidad.

Y ahora es cuando se destapa el pastel.

Allá por el año 1998, por la ley 54/1997 del Sector Eléctrico, se obligó a las eléctricas separar empresarialmente el transporte y la distribución de la comercialización y la producción, con lo que se crearon subempresas para conseguir todo esto, seguían siendo las mismas compañías eléctricas, pero con otros nombres y con otras contabilidades.

Ya, si, os estaréis diciendo que qué tienen que ver todo esto con los costes… Pues muy fácil, os pongo un ejemplo.

Pongamos que yo soy un autónomo, por ejemplo, un fontanero. Tienes una rotura en una cañería y tengo que ir a tu casa. Tras 2 horas consigo arreglarlo y te paso la factura (desconozco los costes reales del sector):

Concepto Importe
2 horas de trabajo (30 €/hora) 60 €
1 cañería 10 €
Transporte 20 €
TOTAL 90 €

Bueno, el desglose está claro.

Ahora pongámonos que dos semanas después el gobierno saca una ley por la que es necesario separar la mano de obra, del transporte y de la logística, y se deben crear sociedades para cada concepto. Se te rompe otra cañería y tengo que ir a tu casa, y te paso las facturas:
La factura de la ‘empresa’ de transporte (o sea, yo mismo):

Concepto Importe
Uso del vehículo 10 €
Tiempo de transporte 10 €
Combustible 5 €
Conductor 5 €
TOTAL 30 €

La factura de la ‘empresa’ de material (o sea, yo mismo):

Concepto Importe
Gestión de compra del material 5 €
Compra del material 10 €
Almacenaje del material 5 €
TOTAL 20 €

La factura de la ‘empresa’ de reparaciones (o sea, yo mismo):

Concepto Importe
Investigación de incidentes 10 €
Plus de peligrosidad 5 €
Plus de desplazamiento 5 €
Trabajo realizado(2 horas. 30 €/h) 60 €

TOTAL
80 €
He reparado la cañería pero el coste ha sido de 30 € + 20 € + 80 € = 130 €, ya que han sido necesarias la colaboración de 3 empresas para arreglar la avería, cada una con su coste, y yo como fontanero, no puedo cargar con el coste del transporte, ni el del material, aunque sea yo mismo.

Y hay una diferencia de 40 € entre ambos trabajos, aunque sean lo mismo.

¿Pilláis el concepto? Los costes deseados del déficit tarifario están calculados en base a los ‘costes’ de las diferentes subempresas que forman las empresas eléctricas españolas, por lo que no son los costes reales, sino que, como se dice, ‘todo queda en casa’.

Además tienen la cara dura para decir que este déficit genera un coste financiero, de intereses de lo que ‘pagan de su bolsillo’, cuando la realidad es que mediante trucos contables las empresas eléctricas se compran y venden sus servicios a sí mismas, para poder inflar este supuesto coste.
No sé si me he explicado bien, pero le doy otra vuelta.
  • Una empresa eléctrica , Productora Eléctrica Hispánica S.A., produce energía a un coste de 50 € la unidad energética.
  • Esta empresa tiene que contratar a una empresa de distribución, Distribuidora Eléctrica Hispánica S.A.,  para que (valga la redundancia) la distribuya, con un coste de 15 €, pero la empresa de distribución es la eléctrica misma, pero con otro nombre.
  • Para transportar la electricidad a casa de los consumidores contrata una empresa de transporte de electricidad, Transportadora Eléctrica Hispánica S.A., con un coste de 20 €.
  • Para comercializar la electricidad se contrata una empresa, Comercializadora Eléctrica Hispánica S.A., con un coste de 15 €.
En total han sido 100 € de coste de la electricidad puesta en casa, pero si os dais cuenta, no son costes reales, ya que todas las empresas son una sola, Eléctrica Hispánica S.A., que encima, y con toda la cara dura del mundo, está usando infraestructuras pagadas por todos los españoles.

Si, ya sé, es retorcido, pero tirando del hilo es lo que he podido deducir, ya que siempre me ha escamado la oscura excusa que todos los años nos dan los políticos para subirnos la electricidad.

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Además, curioso que todos los ex-presidentes acaben en los consejos de administración de las eléctricas, ¿no?

Gracias por vuestro tiempo.