lunes, 1 de octubre de 2012

Temed la ira de los mansos

En los últimos días han ocurrido varios acontecimientos muy notables, la gente está saliendo a la calle para expresar su oposición, ya no a un determinado partido, ni a una determinada medida, sino a los políticos en sí, a esa casta que se cree con derecho a exigirnos obediencia, y pedirnos ‘responsabilidad’ para darles nuestro trabajo y dinero, mientras que ellos no se hacen responsables de ninguna de sus acciones, y cuando mostramos nuestro descontento, expresando que para nada estamos de acuerdo con sus medidas y actuaciones, nos califican como ‘antidemocráticos’ por expresarnos e intentar hacerles ver que han traicionado nuestra confianza, que introducir un papel en una caja cada cuatro años para elegir quiénes nos van a tiranizar no es democracia, y no les da derecho ninguno en creerse en representación de los ciudadanos ni carta blanca para campar a sus anchas.

Se les llena la boca al hablar de democracia, cuando lo que han hecho es organizarse en facciones que se reparten el pastel, pero están viendo las orejas al lobo, y por ello han modificado las leyes para penar la desobediencia civil, no te creas que penan la corrupción, el abuso de poder, o el mentir a los ciudadanos, no, penan con cárcel el hecho de que no les obedezcamos. Y hasta últimamente se ha propuesto modificar el derecho de manifestación.

Y hay gente que a esto lo llama democracia.

Además los medios de comunicación, tanto de izquierdas como de derechas, intentan polarizar este descontento y estas manifestaciones, unos criticando las movilizaciones como ‘golpe de estado’ y otros especificando que son contra el político que manda en este país. Pues no señores, no se equivoquen, estamos hartos de todos y cada uno de los políticos de carrera, que anteponen su bienestar y el de los suyos al de los ciudadanos. Estamos hartos de políticos que jamás en la vida han dado un palo al agua, que no conocen nada de la realidad que nos rodea al resto de los ciudadanos, y que han pasado de cargo oficial a cargo oficial gracias a intrigas y peloteos.

Y es que la clase política se ha enriquecido gracias a nuestro dinero, y ha regalado nuestro dinero a amigos suyos, a empresas afines, y nos roba dinero, no para que repercuta en beneficio de la sociedad, sino para que repercuta en beneficio de los que ya están forrados. Porque en cuanto pasen las elecciones autonómicas los políticos que dominan este país pedirán el rescate económico a la Unión Europea, más de 50.000 millones de euros que pasarán a manos de los políticos, y a su vez a manos de los bancos, pero… ¿quienes contraeremos la deuda? Nosotros. Todos los ciudadanos. Y no sólo nosotros, nuestros hijos seguirán pagando el dinero que un día se prestó a los bancos. Y es que a la Unión Europea lo único que le importa es cobrar ese préstamo, y es por eso por lo que prefiere prestárselo al gobierno y no a los bancos, porque un banco quiebra y no paga, pero el gobierno presionará a sus ciudadanos lo que haga falta para que se cumplan los pagos con la Unión Europea.

Pues los políticos siguen sin enterarse de que no les queremos, de que aborrecemos todo lo que implican, de que cuando les miramos sólo sentimos desprecio y aversión. No se enteran de que estamos abriendo los ojos, y lo que estamos viendo no nos gusta nada, pero nada de nada, y cada vez nos creemos menos sus mentiras, y cada vez nos damos cuenta de que sólo hay dos bandos: los ciudadanos y los poderosos (es decir, políticos y banqueros).

Y son poderosos porque nosotros creemos que son poderosos, y es que sólo tienen el poder que nosotros les hemos cedido. A los políticos con nuestros impuestos, y a los banqueros con nuestros ahorros y nóminas.

Pero nos estamos hartando, porque vemos que el sistema es cada vez más injusto, que pagando más impuestos tenemos cada vez menos derechos, que viven a todo lujo malgastando nuestro dinero mientras a nosotros nos cuesta llegar a fin de mes, que desprecian toda crítica a sus acciones, que se consideran superiores a nosotros, y por ello no deben darnos ninguna explicación de lo que hacen, y que si roban de nuestro dinero es porque no tendrá ninguna consecuencia si son pillados.

Esta es la miseria de la clase política. Pura basura que nos mira por encima del hombro.

Pero albergo esperanzas, y es que estoy viendo en mi entorno que personas antes sumisas empiezan a ver la verdadera realidad, y no les está gustando nada, es más, cada vez los ánimos están más crispados, y esta es la mayoría silenciosa que hace unos días alababa cierto político. Esta mayoría silenciosa está a punto de dejar de serlo, y las revoluciones, las que salen bien, no las realizan ejércitos o cuatro exaltados, las realizan la mayoría silenciosa , que comienza a intranquilizarse, y comienza a darse cuenta de lo que está ocurriendo, y al principio comienza a sentir afinidades con movimientos como los de las manifestaciones de estos días, y después se enciende al ver cómo sonríen los políticos cuando se reúnen, y cómo cada semana aparece un nuevo caso de corrupción en la política, y que ninguno pisa la cárcel.

Y esa mayoría silenciosa comienza a moverse, y con más determinación que cualquier exaltado, comienza a informarse sobre las verdaderas causas de esta crisis, los verdaderos culpables, y lo mejor de todo, que existen soluciones, y que podemos mejorar. Y es que debemos mejorar, y hacer lo posible porque así sea, porque se lo debemos a nuestros hijos, porque a mí se me caería la cara de vergüenza si en un futuro veo a mis hijos pasando penurias, con todos sus derechos recortados, y sus obligaciones multiplicadas, y que yo no hice nada por evitarlo, sólo porque pensaba ‘Y qué se le va a hacer. Ya pasará el chaparrón’.

El chaparrón no pasa, porque ahora es una riada que se está llevando nuestro estado de bienestar, que aun siendo masacrados a impuestos, cada vez recibimos menos en contraprestación, porque todo ese dinero va a parar a manos de los que más tienen. Una transferencia gratuita y sin fin de dinero de los ciudadanos a los bancos y clase política. Porque aunque los políticos nos digan que los bancos devolverán el dinero, esto se ha comprobado que no es cierto, porque todas las inyecciones de dinero público que se les ha enchufado para fusiones y recapitalizaciones han sido a fondo perdido.

11.000 millones de euros perdidos sólo en el año 2011. 11.000 millones, y nadie se hace responsable de ello. Pero los ciudadanos debemos hacer un ‘ejercicio de responsabilidad’ y pagarlos de nuestro bolsillo.

Eso sí, no se te ocurra no pagar una letra de tu hipoteca, o una multa de aparcamiento, que te perseguirán hasta la tumba. ¿Esto es justo? Para nada, y sinceramente, me enciendo con sólo pensarlo, y se me ocurren muchas cosas muy malas que quisiera hacer a los responsables de traernos toda esta miseria, y de hundirnos aún más en ella.

Y es que los políticos no temen al exaltado que quema cajeros, o al que vuelca contenedores, el político teme al pueblo que poco a poco va abriendo los ojos, a los ciudadanos pacientes y mansos que se les va acabando la paciencia y se van enfureciendo, porque cuando nos desbordemos, cuando todo rebase nuestro límite, ya no habrá vuelta atrás, y ya nos creeremos más sus mentiras, y ya no atenderemos más a sus razones, porque ya les hemos dado muchas oportunidades para enmendarse, y únicamente hemos recibido miradas de desprecio por encima del hombro.

Porque cada voz es importante, y cada ciudadano cuenta, y debemos luchar porque así sea.

Que nos devuelvan el poder que les prestamos.

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